de safari por mi habitación

Encontrar una araña peludita mirándote fijamente cuando despiertas es de lo mejor que te puede pasar en la habitación teniendo en cuenta donde estamos... otra cosa muy diferente sería amanecer rodeado de hormigas, alacranes, cucarachas, amantis religiosas, escorpiones, escalopendras y demás bichitos del entorno (incluyendo ratas, ratones e iguanas)... lo de los mósquitos se soluciona aparentemente con un buen repelente o insecticida (a diario)... a mi me da “no sé qué” usarlo... el repelente por el olorcito en la piel y la deshidratación inmediata... el insecticida por el genocidio y sus consecuencias... crear un cementerio dentro del cuarto puede ser más grave que tener a la fauna activa...

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Un ejercito de hormigas desarmadas entra cada día por la ventana trasera de mi habitación en busca de víveres. Hace dos días se deslizaban por el conducto del desague de mi lavabo. Entre siete u ocho trasladaban una hormiga voladora de las grandes, pasito a pasito, en direción a algún agujerito que aún no tengo controlado. Anoche hacían lo mismo con una araña que tal vez pereció en el intento de tejer su tela entre el estante que hay junto al espejo y la esquina de la ventana. Esta mañana se movían como preocupadas, unas para arriba y otras para abajo, sin una dirección fija. Y entre idas y venidas paraban a saludarse o advertirse de los peligros que conlleva ser hormiga en una habitación como la mía.